sábado, 9 de abril de 2011

Estar por estar.

01:40. Sueño: muchos, millones.
01:42. Ganas de dormir: ninguna.

No está triste. Lo niega rotundamente. ¿Ella triste? ¡Já! Te habrás equivocado de chica. Nunca le verás triste, es demasiado orgullosa para ello. Pero hoy no está feliz. No sólo hoy, ayer no lo estuvo y seguramente mañana esto no cambiará. Eso si que lo admite. Permite que digas que no sonríe como antes, pero no te explicará la razón, porque le da pereza contarte lo que piensas y t
ener que aclarar cada punto para conseguir sacarte la cara de extrañeza.

No preguntes qué le pasa. No lo sabe, no te lo dirá. Dará respuestas cutres, repetitivas y vacías. Te equivocarás al creer que está enfadada contigo, en absoluto. Y si le transmites eso se frustrará porque pienses así de ella. Todo es mucho mas simple de lo que crees. No se hace la interesante, no trata de parecer distante, no pretende en absoluto preocuparte. Tiene miedo, y no quiere que los demás piensen que es débil. Pelean constantemente cerebro y corazón y
cuando uno no está bien consigo mismo no puede estarlo con el resto.

Según dejó caer antes, no tiene ni idea de
qué le pasa. ¿Cómo va a contar algo que no sabe? Déjale, dale espacio, permítele respirar a sus anchas. Pero no te vayas, porque ahora te necesita, en un segundo plano, pero ahí.


PD: Dirá tacos. Muchos.